Armas de fuego: El derecho a tu legítima defensa.




Los controvertidos debates sobre el uso de armas de fuego por parte de civiles en todo el mundo siempre han sido un punto disruptivo en muchas sociedades.

Cada vez son más las personas que buscan la manera de armarse legal o ilegalmente, esto solo tiene una explicación, el nuevo mundo que se nos presenta es cada vez menos seguro, es cada vez más contradictorio, confuso en sí mismo y por lo tanto trae consigo una gran inseguridad en todos los niveles de la vida de un ciudadano común.

Los países donde existen gobiernos con tendencia autoritaria, entendidos como dictaduras, regímenes despóticos, autocracias, tiranías, etc. Siempre buscarán la manera de impedir que sus ciudadanos tengan la posibilidad legal de armarse. Es obvio que un hombre o una mujer legalmente armado buscaría defender su vida, la de su familia y su propiedad. Elementos constantemente amenazados en sistemas autoritarios.

Según el Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, la legítima defensa es una causa de justificación que ampara a quienes actúan impidiendo o repeliendo una agresión ilegítima y actual contra sus bienes jurídicos o los de un tercero, es decir, en defensa de los mismo, y con ello también del derecho agredido, en forma racionalmente necesaria.

El derecho a la legítima defensa surge con el derecho romano, donde fue concebido como un derecho individual originario, se limitaba a la defensa de la vida e integridad física de las personas. En el derecho germánico se basa en una defensa colectiva del ordenamiento jurídico, es decir, defendiendo al individuo de ataques injustificados se defiende el ordenamiento jurídico en general.

En el caso de Venezuela, esta definición de legítima defensa es vaga y deja algunos vacíos en el mismo Código Penal Venezolano, en su Artículo 65

El tema concerniente a las armas de fuego es uno de los temas que deriva de la legítima defensa, como un precepto del derecho casi universal.

No obstante, antes que nada sería bueno aclarar algunos conceptos para facilitar la comprensión de este análisis.

¿Cuál es la diferencia entre tenencia y porte de armas?

Se entiende por tenencia de armas, su posesión dentro del bien inmueble o domicilio registrado en el correspondiente permiso de arma, así como el de sus municiones para defensa personal.

Se entiende por portación de armas, el poder salir a la calle y desplazarse con el arma en condiciones de uso inmediato, bajo el resguardo respectivo. 


El derecho al porte y tenencia de armas de fuego a los ciudadanos estadounidenses esta consagrado en la propia Constitución Nacional de los Estados Unidos, descrita en su Segunda Enmienda, la cual fue propuesta el 25 de septiembre de 1789 y aprobada el 15 de diciembre de 1791, protegiendo el derecho del pueblo estadounidense a la tenencia y porte de armas de fuego. 

Estados Unidos es uno de los países con menores limitaciones para adquirir y portar armas de fuego. Es parte de la llamada Bill of Rights o Carta de Derechos estadounidense. 

La Corte Suprema de los Estados Unidos ha aclarado en numerosas ocasiones el texto constitucional: ha afirmado que el derecho a portar armas es un derecho individual que tienen todos los estadounidenses, pero también ha declarado que el derecho no es ilimitado y que no prohíbe la regulación de la producción y compra de armas de fuego o de dispositivos similares. 

La Segunda Enmienda establece que ni el gobierno federal de los Estados Unidos ni los gobiernos estatales y locales pueden infringir el derecho a portar armas.


En el caso de Canadá es totalmente diferente, ya que es el Gobierno canadiense el que tiene la potestad de otorgar o no a sus ciudadanos el permiso de tenencia (en el caso de pistolas y revólveres) o el permiso de portación (en el caso de rifles y escopetas).


                            


Si bien no es imposible tener un arma en Canadá, los requisitos para la adquisición de un arma de fuego son cada vez más exigentes.

En el caso canadiense, cuando de un ciudadano se trata la ley concibe las armas de fuego para fines ó usos deportivos y de caza únicamente (como rifles y escopetas) pero no para la legitima defensa. 




De hecho el Gobierno Liberal de Justin Trudeau en dos oportunidades ha elaborados leyes cada vez mas restrictivas para la obtención de armas, incluso yendo hasta el ordenar confiscaciones masivas para los tenedores de armas legalmente adquiridas, diseñar leyes para congelar cualquier tipo de comercialización de armas de fuego con el fin  último de ilegalizarlas paulatinamente.

Proyectos de leyes como: Ley C-21 o Ley C-71 la cual afecta a casi los 2.2 millones de hombres y mujeres con Licencia de Posesión y Adquisición de armas de fuego (PAL) autorizada por la policía federal de Canada (RCMP), en cuanto a la comercialización de armas entre tenedores o portadores legales de armas. 

Leyes que a fin de cuentas resultan inútiles al ver un crecimiento en los actos delictivos con armas de fuego entre nuevas pandillas y grupos delincuenciales los cuales han adquirido estas armas ilegalmente producto del cada vez mayor tráfico de armas a través de la fronteras con los Estados Unidos. 



Recordemos el dramático caso venezolano, pues desde 2018 se aprobó la Ley Desarme, una nefasta ley que ataca directamente el legítimo derecho a la defensa, negando a ciudadanos legalmente armados la posibilidad de defenderse ante la creciente delincuencia en Venezuela, quitándoles esta posibilidad legal de defensa a los ciudadanos.

La Ley Desarme en Venezuela fue presentada por varios grupos de pseudo oposición al régimen chavista pero que a fin de cuentas tenían el mismo fin en común con el régimen, quitarle las armas legales a los ciudadanos.

Una de los diputados que acompañó esta propuesta Ley Desarme en la Asamblea Nacional de Venezuela fue la entonces diputada de tendencia centro liberal María Corina Machado, quien fue una de los diputados más fervientes de quitarles las armas legales a los ciudadanos venezolanos. Tal como lo dejó claro en su Tweet de aquella época. 

"Ni tan calvo ni con dos pelucas" reza el dicho popular venezolano.  


Tanto el porte como la tenencia de armas por parte de los ciudadanos es importante en cualquier país del mundo. La posibilidad de ejercer el derecho a la legítima defensa es fundamental para que una sociedad se sienta y esté segura. Esta disposición legal deberá ser incluida en cualquier proyecto de reforma constitucional para Venezuela como un necesario derecho, ya que un ciudadano probo legalmente armado defenderá su vida, la de su familia y su propiedad. 

Hay muchos ejemplos de cómo estos derechos ciudadanos a las armas de fuego  se presentan a la opinión  pública de manera negativa y distorsionada. 

Por supuesto, tenemos que mencionar los muy lamentables tiroteos y asesinatos masivos que se han suscitado principalmente en los Estados Unidos, pero el problema no son las armas, el problema es la cada vez más frágil salud mental de los ciudadanos.

Absolutamente, ciertos requisitos, prerrogativas y limitaciones deben prevalecer a la hora de la obtención de un arma de fuego; como la edad del eventual portador del permiso de armas, el tipo de arma, los antecedentes penales y psiquiátricos de la persona aspirante al permiso de arma, etc. 

Simplemente asegurar que personas bajo condiciones médico psicológicas especiales o con antecedentes de violencia o tráfico y consumo de drogas, no puedan obtenerlas. 

Los requisitos para la tenencia de armas cuando el arma sólo se posee en el hogar con la debida salvaguarda y protección del arma son esenciales.

Las armas de fuego son sólo herramientas para la defensa de la propiedad y de la vida.

En caso de tener un arma en el hogar, y eres padre o madre, es necesario hablar con los niños y explicarles para qué sirven y el cuidado que se debe tener con ellas.

Las armas pueden salvar vidas si las usan las personas adecuadas en el momento adecuado.


Carlos Socorro 

Fundador del Blog Conservadores Venezuela 🇻🇪

Twitter: @CjScro
Instragram: @conservadoresvz



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