Vicealmirante Radamés Muñoz León: El tiempo le dio la razón.
El Vice-Almirante Radamés Muñoz León, un venezolano ejemplar y homorable, un guardián del sistema repúblicano venezolano.
Radamés Muñoz León nació el día 26 de noviembre de 1942 y falleció dos dias antes del Día Nacional del Ejército, es decir el 22 de Junio de 2019, en la ciudad de Miami, Estados Unidos; lugar donde se exilió luego de una voraz persecusion politica y una campaña de linchamiento moral en su contra por parte de toda izquierda chavista, intelectual y mediática venezolana, donde se intentó difamarlo en más de una oportunidad, tildándolo de forma infame de ser un militar conspirador y extremista.
Desde muy jóven se dedicó en cuerpo y alma a la carrera militar iniciándola desde la secundaria, cuando entró al Liceo Militar. Dedicó 18 años de servicio en operaciones como Comandante de escuadrón de sudmarinos, uno de los primeros en su formación en la Escuela de Guerra de la armada venezolana.
Un hombre con una extraordinaria preparación y formación academica, con gran nobleza y sin resentimiento alguno por la institución que lo formó.
Siempre estuvo conciente de los sacrificios que ameritaba la carrera militar al igual que su familia. Un esposo, padre y posteriormente abuelo, quién supo llevar a sus hijos al éxito a través del estudio, el buen ejemplo, la preparación, el trabajo, la constancia pero por sobre todo un profundo amor por la familia y la patria.
En una oportunidad llegó a afirmar: "Mis valores estan fundamentados en la proyección del futuro y no de un pensamiento inmediatista".
Fue Ministro de la Defensa durante los ocho meses en los que gobernó Ramón J. Velásquez de manera transitoria entre junio de 1993 y febrero de 1994, tras la salida de la Presidencia de Venezuela de Carlos Andrés Pérez luego de haber sido acusado por Casos de corrupción.
Radamés Muñoz León se retiró del servicio activo, indigando porque según su testimonio Rafael Caldera fracturó la integridad de las Fuerzas Armadas, y eso jamás lo aceptaría.
En sus palabras manifestó: "Lloro por dentro por mi pueblo, y ahora mismo pido que me acepten mi Renuncia como Ministro de la Defensa.
No acepto que ningún hombre me humille, y menos alguien que fue elegido sólo por el 8 por ciento de la opción total de la ciudadanía."
El anuncio del relevo y las declaraciones del ministro Radamés Muñoz conmocionaron a Venezuela y dieron lugar a reuniones urgentes de todos los directorios políticos, para analizar lo que sucedía.
El Vice-Almirante dijo que junto con él renunciarían inmediatamente todos los oficiales generales del alto mando, lo cual crea, en concepto de analistas, la peor crisis militar de Venezuela de esa época.
La decisión de renunciar la tomaron los militares al suspender de manera abrupta una reunión a la cual fueron citados por Rafael Caldera, en su residencia particular, para informarles que tomó la decisión de no incluirlos en su grupo de colaboradores a partir de cuando tomara la presidencia de Venezuela.
El Vice-Almirante Muñoz consideró inaceptable la excusa infantil de Rafael Caldera, de relevarlos porque quería comenzar su gobierno con todos sus colaboradores nuevos.
En la reunión, Caldera le entregó a Muñoz la lista de comandantes de las Fuerzas Armadas Nacionales. Además del nuevo ministro Montero Revete, Caldera seleccionó al general Mario Montiel como Inspector General de las FF.AA.; al vicealmirante José Rafael Clavier, Jefe del Estado Mayor; como comandante del Ejército al general de división Moisés Orozco Graterol; comandante de la Armada, el vicealmirante Carlos Ramos Florez; comandante de la Fuerza Aérea, general de división Otto García, y comandante de la Guardia Nacional, general Herberto Artuza Delgado. Todos eran subalternos de los generales dimitentes.
Muñoz reveló que Rafael Caldera les prometió reuniones particulares para ofrecerles cargos que no especificó, pero que rechazó, porque no aceptarían cargos mercenarios o mercantilistas para cubrir una decisión política.
"No acepto lisonjas de quien no las merecemos, ni acepto excusas infantiles", dijo Muñoz. "Primero está mi dignidad, mi familia y mi pueblo, antes de aceptar esos reconocimientos".
Primero la dignidad de los hombres del alto mando, repitió Muñoz, y dijo que su cambio no puede ser el premio que esperaba por sacrificarse en aras de Venezuela.
No acepto excusas ni nada de un gobierno precario, que comienza en forma precaria , dijo.
Finalmente agregó: "Nos vamos dignamente y con las frentes en alto. Es mejor así". Muñoz siempre estuvo convencido que Rafael Caldera era una pieza más del Golpe de Hugo Chávez en 1992.
Al Vice-Almirante Radamés Muñoz se le quiso involucrar con una conspiración que se conocio en ese entonces como el Golpe Seco , una supuesta insurrección que buscaba derrocar al mismo Ramon J. Velazquez y evitar que se le entregara el poder a Rafael Caldera a quien luego infelizmente se le otorgara la "victoria" a en aquellas oscuras elecciones de 1998.
En 1998 Radamés Muñoz León también fue candidato en las elecciones presidenciales por el Grupo Nacional de Electores Nuevo Rumbo, para enfrentar a Hugo Chávez Frías a quien siempre acusó de tener profundos lazos con el régimen cubano de Fidel Castro y al que consideraba un vulgar delincuente y golpista.
Segun los Resultados Electorales Oficiales de la época, obtuvo 2,919 votos lo que significó el 0,04% del universo de votantes.
Vale la pena acotar las profeticas palabras del Vice-Almirante al afirmar y no equivocarse cuando lo mencionó el 26 de agosto de 1998: "Si Chávez gana tendremos un gobierno de delincuentes"
No hay duda que el tiempo le dio la razón a Radamés Muñoz León, recordado por los conservadores venezolanos como un repúblicano patriota llamado en una etapa de la historia a alertar a su pueblo de la desgracia que avecinaba con la futura llegada de un nuevo nefasto establecimiento y status quo socialista-castrista a la vida politica venezolana.
A continuacion una entrevista realizada al Vice-Almirante Radamés Muñoz León por parte de Marcel Granier en su programa Primer Plano el 29 de agosto de 1993.
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